La vocalización es una habilidad importante para comunicarnos de manera clara y efectiva. Para desarrollar buenos hábitos de vocalización, es importante practicar regularmente.
Dedica tiempo todos los días para hacer ejercicios de calentamiento vocal, como vocalizar las vocales en diferentes tonos y ritmos. También puedes leer en voz alta, pronunciando claramente cada palabra y prestando atención a la entonación y el ritmo.
Otra forma de mejorar la vocalización es cantar, ya que esto ayuda a fortalecer los músculos vocales y a controlar la respiración. Recuerda mantener una postura adecuada y relajar los músculos del rostro y la mandíbula mientras hablas o cantas. Con práctica constante y dedicación, podrás desarrollar hábitos saludables de vocalización y mejorar tu capacidad para comunicarte con claridad y fluidez.
Afina su voz sin dañar su garganta
Consejo 1:
La próxima vez que intentes cantar notas agudas, ¡no subas a buscarlas! Las cuerdas vocales no se mueven ni arriba ni abajo, no necesitas subir los hombros ni nada parecido.
En vez de eso, imagina que estás por encima de la nota. En vez de presionar hacia arriba y apretar tu voz, acércate a la nota desde arriba y baja a por ella.
Consejo 2:
Hay seis tipos principales de voz que usamos en la enseñanza actual. De grave a agudo, son:
1.Bajo
2.Barítono
3.Tenor
4.Alto
5.Mezzo
6.Soprano
Expande tu tesitura de forma correcta, para llegar a la nota gruesa o aguda.
Toma tu nota más alta, y baja una quinta. Si tu nota más aguda es Sol5, restar una quinta te llevará a Do5.
De igual forma, busca tu nota más grave y sube una cuarta o una quinta desde la misma. Si tu nota más grave es Sol2, empieza en Do3.
El rango que obtenemos, de Do3 a Do5, es una tesitura fantástica de dos octavas, genial para un tenor.
Consejo 3:
Evitar la Tensión vocal
Bosteza
¡En serio! Una laringe alta es la postura que tu garganta adopta al tragar. Para bajar tu laringe has lo
contrario: bostezar.
Intenta cantar una frase sencilla en medio de un bostezo y sentirás cómo desaparece esa tensión vocal.
Consejo 4:
Saca la tensión de tu lengua:
Es el músculo debajo y detrás de la barbilla, en torno a la parte delantera superior de tu cuello.
Pon la punta de tu pulgar bajo tu barbilla y deslízalo hacia atrás hasta notar ese músculo móvil y suave directamente bajo tu lengua. Luego traga. Si estás en el sitio correcto notarás la presión del músculo en tu pulgar.
Finalmente, cuando cantes, querrás que este músculo esté totalmente relajado. No conviene tener nada de rigidez en el digástrico, como la que aparece cuando tragas.
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